POLICROMIA ARQUITECTONICA _ Le Corbusier



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Artículo publicado en Sumario Luminotecnia, Enero/Febrero 2007 por José Luis Caivano, ´La compleja relación con el color de uno de los maestros de la Arquitectura Moderna: Nueva edición de la policromía Arquitectónica de Le Corbusier´

Sin duda la personalidad más rica y compleja de la arquitectura del siglo XX ha sido Le Corbusier (Charles Edouard Jeanneret). Su relación con el color también ha sido compleja y ha veces contradictoria. Entre un Bruno Taut, defensor y propagandista a ultranza del colorismo en la arquitectura y un Walter Gropius que teoriza sobre el color pero que en sus obras lo utiliza en dosis extremadamente moderadas. Le Corbusier parece encontrarse a medio camino. Justamente mantiene algunas diferencias con Taut acerca del color y a propósito de la audacia cromática de aquel, Le Corbusier llega a decir “¡ Dios mío, Taut es daltónico!”
Los primeros escritos sobre el color aparecen en sus artículos sobre el cubismo y el purismo publicados en la revista lÉsprit Nouveau en colaboración con Amédée Ozenfant, donde expresa: ´La idea de forma precede a la de color, la forma es preminente, el color no es más que uno de sus accesorios. El color depende enteramente de la forma material; el concepto esfera precede al concepto color; se concibe una esfera incolora, un plano incoloro, no se concibe un color independientemente de cualquier soporte. El color está subordinado a la forma, pero no lo recíproco. Creemos pues que debe elegirse el tema por sus formas y no por sus colores´(Ozenfant y Jeanneret , 1918). Otros artículos publicados a principios de la década del veinte siguen más o menos la misma línea, es decir, privan al color de toda importancia en la construcción del espacio pictórico (Ozenfant y Jeanneret , 1921, 1923, 1924). Sin embargo unos años después en sus escritos sobre policromía arquitectónica de la década del treinta Le Corbusier parece haber cambiado radicalmente de opinión al punto de citar a Fernan Léger y coincidir con él cuando decía:
´El hombre necesita el color para vivir, es un elemento tan necesario como el agua y el fuego´.
Describe ejemplos de cómo el mismo hace uso del color para cambiar drásticamente la percepción espacial de la arquitectura, como en el barrio construído en Pessac ( Le Corbusier, 1931) En su monografía para la exhibición del Pavillon des Temps Nouveaux de 1937, Le Corbusier incluye un capítulo ´Policromía = Alegría´, en el cual asocia las épocas creativas de la arquitectura con la vitalidad del color cromático y el academicismo recalcitrante con el triste gris (Le Corbusier, 1937). Parece que tanto en su teoría como en sus obras, Le Corbusier evolucionó hacia una consideración mas conciente y cuidadosa del poder del color para modificar el espacio percibido.
Esto es especialmente evidente en los edificios construidos luego de la segunda Guerra Mundial, en lo que se conoce como su período ´brutalista´. Al igual que la obra de algunos otros arquitectos del movimiento moderno, la obra de Le Corbusier, que estábamos acostumbrados a verla en Blanco y negro, está siendo reconsiderada a la luz de restauraciones y estudios mas actuales.
La propia Villa Savoye, paradigma de la arquitectura moderna de los años treinta, no era blanca sino que desarrollaba un complejo esquema policromático. El texto sobre policromía arquitectónica de los años treinta, había permanecido inédito incluso en la fundación Le Corbusier. Asimismo había producido dos colecciones de color para la fábrica de empapelados Salubra, con sede en Basilea, Suiza, una en 1931 y otra en 1959. La primera edición del texto, incluyendo también las reproducciones de las colecciones de color, fue realizada por Arthur Ruegg y publicada en 1997.
Las colecciones de color estaban pensadas como series armónicas, de manera similar a como se organizan los sonidos en el teclado de un piano, de allí la denominación de –claviers de couleurs-. En el texto introductorio de la colección de 1931, Le Corbusier, escribe: “En lugar de cubrir las paredes y cielorrasos con tres manos de pintura, que necesariamente son aplicadas en medio de un obrador con todo su desorden, uno puede utilizar ahora estas pinturas preparadas a maquina que se aplican al final de la obra. El término que utilizaba para este tipo de producto era ´pintura en rollos´ evitando la palabra ´empapelado´ que se asociaba con la decoración y la arquitectura del siglo XIX. La colección de 1931 comprendía 12 ´teclados´ diferentes de color y 43 empapelados en tonos uniformes, más algunos otros papeles con el agregado de un dibujo ornamental en forma de textura visual abstracta (patrones de puntos en la colección de 1931 y grillas y marmolados en la de 1959). Esto es bastante curioso teniendo en cuenta la consabida aversión de Le Corbusier y los arquitectos modernos a todo lo que pudiera parecer vinculado a la ornamentación.
Estas series de colores con sus posibles combinaciones son comparables en su espíritu al Modulor, la serie de medidas basadas en el número de oro y en las proporciones humanas. Ambos sistemas, los Teclados de color y el Modulor, están concebidos por Le Corbusier como instrumentos normalizados o estandarizados para actuar con seguridad y precisión en el campo de la arquitectura y el diseño. El modulor es muy conocido gracias a las numerosas reediciones y traducciones que ha tenido. Sin duda estas ediciones de los – claviers de couleurs – tanto la de 1997 (agotada) como la del 2006 contribuirán a difundir un aspecto poco conocido de la obra de Le Corbusier: su concepción y el uso del color en la arquitectura.