El Futurismo (1909/1919) _ La percepción simultánea del movimiento, tiempo y espacio
Umberto Boccioni _ 'La calle ante la casa', 1911. Oleo sobre Tela, 100 cm. x 106.5 cm.
Sprengel Museum, Hannover.
‘Nosotros cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las minas y de las canteras, incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones ávidas, devoradoras de serpientes que humean; a las fábricas suspendidas de las nubes por los retorcidos hilos de sus humos; a los puentes semejantes a gimnastas gigantes que husmean el horizonte, y a las locomotoras de pecho amplio, que patalean sobre los rieles, como enormes caballos de acero embridados con tubos, y al vuelo resbaloso de los aeroplanos, cuya hélice flamea al viento como una bandera y parece aplaudir sobre una masa entusiasta. Es desde Italia que lanzamos al mundo este nuestro manifiesto de violencia arrolladora e incendiaria con el cual fundamos hoy el FUTURISMO porque queremos liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de cicerones y de anticuarios. Ya por demasiado tiempo Italia ha sido un mercado de ropavejeros. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la cubren por completo de cementerios’. Filippo Tommaso Marinetti, post. 11 _ Manifiesto Futurista.
Con la publicación del ‘Manifiesto Futurista’ el 20 de febrero de 1909 en París en la primera página del diario parisino ‘Le Figaro’, el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti se sitúa como fundador de un movimiento nacionalista, anarquista en su inspiración, que produjo alrededor de ciento ochentas manifiestos y que abogó por una expresión alimentada por las fuerzas contemporáneas, la libertad de las sensaciones y sentimientos, la búsqueda de la originalidad, el resurgimiento de lo irracional, la exaltación de la euforia, el coraje, la audacia, la agresividad, el patriotismo y la glorificación de la guerra, pero también invocó a un cambio revolucionario surgido de la admiración por la velocidad, el dinamismo y la adulación de la máquina en un entorno industrial en gestación. En su lucha contra el pasado sugirió la destrucción de los museos y academias oponiendo la vitalidad de la vida contemporánea a las formas de arte heredadas, buscando ampliar las fronteras del mismo para finalmente, en su undécimo postulado, abordar el contexto ideal para una arquitectura futurista cuya tema central fuese la metrópoli moderna considerada como una especie de expresión colectiva de las fuerzas de la sociedad. Al poco tiempo, tratando de ampliar aún más la sensibilidad poética futurista, sería en el campo de la pintura que visualizando y plasmando el dinamismo, la energía, el movimiento y el tiempo mediante la percepción simultánea de diferentes etapas en una única representación, un grupo de artistas italianos integrado por Umberto Boccioni (Milán), Carlo Carrá (Milán), Luiggi Russolo (Milán), Giacomo Balla (Roma) y Gino Severini residente en París desde 1905, influenciados inicialmente por el cubismo y entusiasmados con las técnicas modernas firman el 11 de febrero de 1910 el ‘Manifiesto Técnico de la Pintura Futurista’. Si bien la descomposición del objeto y la representación simultánea desde distintos puntos de vista sobre los diferentes estados del mismo ya había sido abordado por el cubismo creando las bases para la representación del movimiento, serían los futuristas alrededor de 1911, en su afán de traducir el espíritu poético futurista del momento, quienes a través de la fragmentación incorporaron interpenetraciones de espacio-forma y recurrieron a la abstracción, para representar los distintos elementos de la realidad, intentando crear representaciones simbólicas y descubriendo el poder de ciertos estímulos como la velocidad, el dinamismo y la luz artificial mediante el tratamiento pictórico en una combinación vital de colores, efectos de iluminación divina e inestable composiciones en diagonales. Estos fueron los elementos claves de la doctrina futurista, relacionado sin duda, a las ideas filosóficas de Henri Bergson sobre el tiempo y el flujo, haciendo hincapié en los cambios a los que está sometido la realidad y el papel intuitivo en percibirlo. No obstante, tras presentar dos manifiestos sobre pintura, Umberto Boccioni, la figura más representativa del movimiento, extiende nuevamente el territorio expresivo a otra rama de las artes plásticas y presenta en abril de 1912 su ‘Manifesto Técnico della scultura futurista”, seguido por el prefacio al catálogo de la primera exposición de escultura futurista realizada en París en 1913, en los cuales preanuncia los principios de la composición futurista, la exclusión del desnudo y exalta el tema de la materia y el uso de materiales, manifestando la importancia de la transparencia y la intersección de los planos como base de una estética plástica dinámica en espiral plasmada en su escultura ‘Formas únicas de continuidad en el espacio’ realizada en bronce en 1913. Estos manifiestos conjuntamente con ‘La Spledour Géometrique et Mecánique’ publicado por Marinetti en 1914, crean el entorno propicio para el advenimiento y publicación oficial el 11 de julio de ese mismo año del ‘Manifesto dell’archittetura futurista’, atribuido exclusivamente a Antonio Sant’Elia pero presumiblemente influenciado por el propio Filippo Tommaso Marinetti, presagiando a la ciudad Moderna, más específicamente a la Milán del futuro. Luego de la declaración de la guerra de Italia a Austria en 1915, Boccioni, Marinetti, Russolo, Sant'Elia y otros, se unieron a un batallón de voluntarios ciclistas, sin embargo, con las muertes prematuras de Antonio Sant'Elia (1888/1916 ) en el frente y de Umberto Boccioni (1882/1916) a causa de un accidente con la caballería en la ciudad de Verona y con los restantes integrantes del grupo separados artísticamente, hoy podríamos constatar que tales acontecimientos precipitaron el final del movimiento futurista, no obstante, las excelentes obras producidas por el movimiento y especialmente sus ideas, revivieron en los círculos artísticos de vanguardia y sirvieron de inspiración para nutrir a partir de 1919 a otros movimientos en Holanda, Rusia, Alemania y Francia.
Si bien se pueden mencionar alrededor de 15 movimientos artísticos en el período comprendido entre 1914/24, entre los que podríamos citar ‘Cubismo, Futurismo, Dadaísmo, Arte Abstracto, Expresionismo, Purismo, Neoplasticismo, Suprematismo, Simultaneísmo, Pintura Metafísica, Merz, Proun, Verismo, Constructivismo y Cine Abstracto’, nos es menester considerar solo aquellos en los cuales vislumbramos cambios radicales en la forma de abordar temáticas referentes a la representación artística y los modos de observar la realidad, pero particularmente descifrar aquellos movimientos de principios del siglo XX que ejercieron una influencia considerable en el marco del quehacer arquitectónico.
Umberto Boccioni (2), ‘Paveurs de rue’, 1911. Colección Harry Lewis Winston, Michigan. y 'Los estados del alma II: las despedidas', 1911. Oleo sobre Tela, 71,2 x 94.2 cm, New york, The museum of Modern Art / Gino Severini, 'Autoretrato', 1912. Colección privada, Roma. / Giacomo Balla _ 'Paso de mercurio delante del sol', 1914. Oleo sobre Tela, 120 x 100 cm. Colección particular, Milán / Mario Nannini, ‘Figure + paysage’, 1916. Colección Galería 'La Medusa', Roma. / Achile Lega, ‘Alpino al caffé’,1917. Colección Galería 'La Medusa', Roma.
Paleta de colores _ Movimiento Futurista
Bibliografía
• Aujourd’hui _ ‘art et architecture’N° 35, Février 1962 _ Le Futurisme, L.K. et H.L. Winston, pag. 4/14.
• Los Maestros de la pintura occidental _ La Modernidad Clásica _ La pintura durante la primera mitad del siglo XX. Movimiento y tiempo - Volkmar Essers _ Edit. Taschen.
• Modern Architecture since 1900 _ Responses to mechanization: the deutscher werkbund and futurism _ William J. R. Curtis. Editorial Phaidon
• Historia Crítica de la Arquitectura Moderna, Kenneth Frampton - Antonio San’t Elia y la arquitectura futurista, 1909/1914. Pag.86. Ed. Gustavo Gili.
• ‘Dopo Boccioni’, Pinturas y documentos futuristas de 1915 a 1919.